Un tren flotante en la Luna: el curioso proyecto FLOAT

La NASA ha dado luz verde a la posibilidad de construir un tren robótico flotante en la Luna.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

La NASA ha dado luz verde a la posibilidad de construir un tren robótico flotante en la Luna. Aunque la idea podría parecer ciencia ficción (y una completa locura), lo cierto es que su origen está en la necesidad de transportar material a nuestro satélite.

Un tren flotante que tendría un propósito muy práctico

Para la década de 2030, la NASA espera disponer de una base lunar. Para que este concepto pueda convertirse en realidad, será necesario cumplir con diferentes requisitos. Entre ellos, el de poder transportar material desde un lugar a otro, en la superficie lunar, sin grandes complicaciones.

Teniendo esto en cuenta, quizá no resulte tan sorprendente saber que la agencia espacial estadounidense ha aprobado más financiación (y tiempo) para un estudio que está profundizando en el concepto de un tren flotante lunar.

El proyecto se llama FLOAT (por las siglas de Flexible Levitation on a Track, levitación flexible en una vía). Ha entrado en la segunda fase del programa de Conceptos Avanzados Innovadores de NASA (NIAC, por sus siglas en inglés).

El objetivo de este programa, muy literalmente, es el de desarrollar proyectos, que parecen propios de la ciencia ficción, para su uso en futuras misiones. Algunas se convertirán en realidad próximamente y serán muy importantes.

En el caso del proyecto FLOAT, podría convertirse en un sistema que permita transportar materiales en la superficie de la Luna, en la misma década de 2030. Al menos, esa es la esperanza que se tiene desde la agencia. El objetivo es tan simple en planteamiento como complejo en ejecución.

La intención es construir el primer sistema ferroviario lunar (en palabras de Ethan Schaler, el líder del proyecto e ingeniero robótico en el Laboratorio de Propulsión a chorro de la NASA). Proporcionará un método de transporte de cargamento autónomo, fiable y eficiente.

FLOAT
Concepto artístico de una nave Starship en una base lunar. Crédito: SpaceX

No se trata de trenes clásicos

Como quizá sospechemos, naturalmente, no estamos hablando de un diseño como el de un tren típico de nuestro planeta. El diseño inicial de FLOAT plantea el uso de pequeños robots magnéticos que levitarán (gracias al uso de imágenes) sobre una fina vía compuesta por tres capas.

Esto permitirá reducir la abrasión provocada por el polvo del suelo de la Luna. Estos robots tendrán pequeños carros y se moverán a apenas una velocidad de 1,61 km/h. La intención es que puedan llegar a transportar hasta 90 toneladas de material, al día, desde y hasta una futura base lunar.

El objetivo de NASA, hay que recordar, es el de enviar astronautas de vuelta a la Luna en la misión Artemis III. En ella, volveremos a ver seres humanos en la superficie de la Luna. Algo que no sucedía desde la conclusión del programa Apolo, en 1972. A más largo plazo, el objetivo es establecer una base lunar permanente.

Para que se pueda convertir en realidad, sin embargo, será necesario avanzar en campos muy diferentes. Por un lado, naturalmente, es esencial entender cuál es el mejor diseño para esa posible base. ¿Qué materiales hay que utilizar? ¿Es posible recurrir a los recursos que podemos encontrar en la Luna?

Estas son sólo algunas de las preguntas a las que están respondiendo los científicos e investigadores (en muchos lugares del mundo). Otras cuestiones son de carácter más logístico y es donde entra en escena el concepto de FLOAT. De momento, sigue siendo un proyecto en una fase temprana de desarrollo.

Aunque se ha compartido algo de información sobre cómo se desplegaría y para qué se usaría. El equipo plantea que se podría transportar el material para obtener diferentes elementos (como agua) o para utilizar el material para construcción. El transporte por estas vías permitiría conectar diferentes lugares.

FLOAT
El diseño de FLOAT no será como el de un tren típico de nuestro planeta. Fuente imagen: Generador de imágenes de IA

El diseño de las vías de FLOAT

Sería posible transportar material desde las zonas de aterrizaje a la base, así como a otros puestos que pudiese haber en el entorno de una futura base lunar. Incluso, ya sabemos cuál es el diseño de la vía y cómo se espera desplegarla. Cada una de las tres capas que la compondrán tendrá un propósito diferente.

Una capa será de grafito y permitirá que los robots floten de manera pasiva. Otra será un circuito que generará impulso electromagnético para poder propulsar a los robots por la vía. La última capa, opcional, será una fina capa de paneles solares que pueda generar energía cuando esté iluminada por el Sol.

Los robots no tendrían ningún componente móvil y, al levitar, su desgaste será muy inferior al de un robot tradicional. Las vías de FLOAT se desplegarán directamente sobre el regolito lunar, por lo que no será necesario llevar a cabo ningún tipo de construcción. Además, el sistema funcionaría de manera autónoma.

Estas vías pueden ser recogidas (enrolladas) para desplegarlas en otras zonas, o reconfiguradas para adaptarse a la base a medida que vaya evolucionando para cumplir con los requisitos de las diferentes misiones. En esta segunda fase, el equipo se va a centrar en reducir los riesgos del proyecto.

Lo más interesante es que, en un futuro cercano, realizarán una demostración de prueba en nuestro propio planeta, que permitirá comprobar que el sistema es robusto. También definirán qué pasos hay que dar, a nivel tecnológico, para poder convertir esta idea en una realidad en los próximos años.

Por supuesto, a más largo plazo, también llevarán a cabo demostraciones en el espacio y en la Luna. Este es solo uno de los conceptos en los que se está trabajando desde NASA. La exploración de la Luna, con misiones tripuladas, va a provocar que veamos grandes avances tecnológicos, en diferentes áreas, en los próximos años.

FLOAT
Fuente imagen: Pexels