Descubre Huacachina, un precioso (y divertido) oasis en Perú

¿Quieres sentir la experiencia de vivir en un oasis? Pues en Perú, el de Huacachina es una auténtica joya.

David Escribano

David Escribano

Los oasis tienen un poder magnético sobre el ser humano. Y el de Huacachina, en el sur de Perú, no es un caso diferente.

Cada año, miles de viajeros se sienten atraídos por este paisaje de dunas, palmeras y una laguna de agua color esmeralda. Allí, la variedad de actividades es tan amplia, que todo el mundo encuentra su lugar.

Cómo se formó el oasis de Huacachina

Fuente imagen: Pixabay

En cuanto a la formación del oasis de Huacachina, tiene su origen en una corriente de agua subterránea. El bien líquido dio vida a las plantas y árboles – palmeras, algarrobos y eucaliptos, entre otros – que se pueden admirar en el oasis.

Al ser el único oasis de la región, se convirtió, desde los años 60 del pasado siglo, en uno de los principales destinos turísticos de Perú, atrayendo tanto a visitantes peruanos como extranjeros.

En esa época se construyeron hoteles, un balneario, un malecón e incluso un spa. Hoy en día, la infraestructura turística se ha ampliado considerablemente, añadiéndose hostales, bares y otras zonas recreativas. Es un lugar en el que relajarse y pasarlo bien.

Cómo llegar al oasis de Huacachina

Casa frente a laguna esmeralda en oasis
Fuente imagen: Pixabay

Una de las razones que afecta positivamente a la fama del oasis de Huacachina es su fácil accesibilidad.

Aunque al contemplar las dunas que lo rodean puede dar la impresión de encontrarnos en medio de la nada, lo cierto es que la ciudad de Ica – con 300.000 habitantes, una de las mayores urbes del sur de Perú – se encuentra a 4 km de distancia.

Desde Ica, podremos llegar a Huacachina, en taxi o tuk-tuk, en menos de 10 minutos y por muy poco dinero.

Para llegar a Ica, podemos tomar autobuses desde ciudades como Lima (unos 300 km y 4 horas de viaje) o Ayacucho (400 km y unas 8 horas).

Qué hacer y ver en el oasis de Huacachina

Aunque una de las opciones en Huacachina es relajarse y disfrutar de la tranquilidad inherente a cualquier oasis, lo cierto es que distintas agencias turísticas ofrecen un sinfín de divertidas actividades.

Algunas de las más célebres son:

Persona saltando con tabla sobre dunas en oasis Huacachina
Fuente imagen: Pixabay

Sandboarding o surfeo de dunas

Entusiastas de todos los niveles pueden alquilar tablas de vendedores locales y deslizarse por las imponentes dunas.

Para aquellos que buscan una descarga de adrenalina, las pendientes pronunciadas ofrecen un descenso emocionante, mientras que los principiantes pueden optar por pendientes más suaves. El sandboarding aquí es similar al snowboard, pero sobre arena dorada y cálida, lo que lo convierte en una experiencia memorable.

Tours en buggy por las dunas

Complementando el sandboarding se encuentran los recorridos en buggy. Estas aventuras llevan a los visitantes a un emocionante viaje a través del desierto, navegando por el terreno ondulado a altas velocidades.

Los buggies suben a las cimas de las dunas antes de descender por sus laderas, ofreciendo vistas impresionantes y una emoción trepidante. Los tours suelen incluir varias paradas en lugares panorámicos, perfectos para tomar impresionantes fotografías del extenso paisaje desértico, sobre todo al atardecer.

Patines en la laguna

Una actividad mucho más tranquila que las dos anteriores es la de alquilar un patín acuático para dar paseos por la laguna esmeralda del oasis. Un clásico romántico para parejas.

Buggy en duna desierto Huacachina
Fuente imagen: Pixabay

Relajarse y disfrutar de la gastronomía y la vida nocturna

Además de los deportes de aventura, Huacachina ofrece oportunidades de relajación y ocio. El pueblo que rodea el oasis está repleto de encantadores albergues, hoteles y restaurantes.

Los visitantes pueden relajarse en el ambiente acogedor de los restaurantes y bares locales, saboreando la cocina tradicional peruana y el refrescante pisco sour, una especialidad de la región.

Disfrutar de los atardeceres en el desierto

Existen pocas estampas más bellas en esta vida que la de un atardecer en el desierto. Huacachina brinda una oportunidad única para comprobarlo. Tan sólo hay que alejarse, incluso andando, del oasis y escalar la duna más cercana. El resto es poesía.

Qué ver en los alrededores de Huacachina

Líneas de Nazca desde el aire
Fuente imagen: Pixabay

Hay muchos planes que hacer en el oasis, pero a una distancia asumible de él, las opciones se multiplican y también son realmente atractivas.

Para una experiencia cultural más profunda, se puede explorar la cercana ciudad de Ica. La región es famosa por sus viñedos y destilerías de pisco, donde las visitas guiadas y las degustaciones brindan información sobre la producción del licor nacional del Perú.

A unas 2 horas en coche se encuentran las enigmáticas Líneas de Nazca, geoglifos gigantes grabados en el suelo del desierto y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Estas figuras antiguas, que representan diversos animales y formas, siguen intrigando a arqueólogos y visitantes por igual. Ver las Líneas de Nazca desde una avioneta ofrece una perspectiva que revela la escala y la complejidad de estos misteriosos diseños.

Otro destino cercano es la Reserva Nacional de Paracas, una reserva costera conocida por su diversa vida silvestre y sus espectaculares paisajes. Los recorridos en barco desde Paracas llevan a los visitantes a las Islas Ballestas, a menudo denominadas las «Galápagos de Perú», donde se pueden admirar leones marinos, pingüinos y una multitud de especies de aves en su hábitat natural.

Cuándo es la mejor época para visitar el oasis de Huacachina

Atardecer Huacachina
Fuente imagen: Pixabay

La mejor época para visitar la Huacachina es durante la estación seca, que va de mayo a septiembre. Es el momento perfecto para disfrutar de las actividades al aire libre.

Cuánto tiempo se necesita para visitar Huacachina

El tiempo necesario para disfrutar a fondo del oasis de Huacachina depende de cada viajero. Algunos tienen suficiente con dos o tres días, pero para una buena combinación de actividades y saborear la sensación de relajación que ofrece el oasis, será necesario al menos una semana.