¿Qué es una tormenta de fuego? El fenómeno que se da en los incendios
Los incendios de mayor magnitud pueden llegar a alterar las condiciones atmosféricas causando, en algunos casos, una tormenta de fuego.
Redacción
Los incendios forestales son uno de los siniestros que mayor daño causan tanto al medio ambiente y a la población. En los de mayor magnitud, la energía que se libera por el fuego y la combustión es tal que puede llegar a producir lo que se conoce una tormenta de fuego, sobre la que conviene hablar.
¿Qué es y qué significa una tormenta de fuego?
La Agencia Nacional Atmosférica y Oceánica de EE.UU. (NOAA) define tormenta de fuego de manera muy específica. Es la creación de un sistema de viento propio en una zona concreta provocado por uno o varios incendios forestales.
Una situación que, incluso, puede darse en incendios urbanos (aunque es menos frecuente).
De este modo, la tormenta de fuego puede llegar a causar efectos meteorológicos muy extraños y complejos. Tales como propagaciones muy rápidas de las llamas de forma multidireccional.
En algunos casos, debido al cambio en las condiciones atmosféricas, se pueden llegar a producir precipitaciones y rayos difíciles de predecir.
«Este tipo de comportamiento, conocido como tormenta de fuego, no es más que un comportamiento extremo del fuego. Está determinado de forma general por dos grandes factores que lo desencadenan. Las características de la atmósfera y las propias condiciones del fuego», Carlos Madrigal Ladrón de Guevara, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales en la Comunidad de Madrid.
No obstante, hay que tener en cuenta que el término tormenta de fuego es un concepto que aún no está muy arraigado en la comunidad científica. Por ello, aunque muchos ya lo utilizan o lo denominan tormentas ígneas, otros expertos aún no recurren a este término debido a su compleja catalogación.
¿Cómo se forma una tormenta de fuego?
Las tormentas de fuego se forman cuando la energía que genera un incendio forestal altera las condiciones ambientales y meteorológicas por el calor producido.
Así, al quemar el combustible disponible, en este caso, la masa forestal como los árboles y los bosques, el fuego causa un incremento muy elevado de la temperatura y unas columnas de humo enormes.
La tendencia del calor generado asciende el aire caliente hacia la atmósfera. Este genera un espacio vacío en las capas más cercanas de la superficie terrestre. Por tanto, el aire más frío tiende a llenar ese vacío. De este modo, el movimiento físico de masas de aire crea un poderoso viento en el entorno del incendio e incluso tornados de fuego.
En los casos más extremos, las columnas de humo producidas por los incendios forestales pueden dar lugar a pirocúmulos. Los pirocúmulos, causados por incendios, son nubes de gran magnitud y fuerza.
Estas superan de forma rápida las capas más superficiales de la atmósfera y pueden llegar a tener varios kilómetros de altura. También se denominan flammagenitus, un término acuñado por la Organización Mundial de Meteorología en 2017.
«El término conocido como tormenta fuego, hace referencia (para los expertos en incendios forestales) a un proceso que puede generar comportamientos extremos durante la extinción. Este fenómeno es conocido por la formación de un pirocúmulo o pirocumulonimbo.»
Los grandes incendios generan gran cantidad de energía.
Tal y como explica Madrigal, «es una nube que se forma por las propias condiciones del fuego. El aire caliente generado por el incendio asciende en altura enfriándose y condensando el agua contenida en él. Y cuando el aire ya no es capaz de sujetar esa columna, la nube se colapsa y se desploma, generando incluso una tormenta dentro del propio incendio».
Pero además, hay que destacar que «en los últimos años, la atmósfera está sufriendo muchos cambios bruscos, con episodios meteorológicos cada vez más extremos de una mayor recurrencia. La frecuencia de estos fenómenos tan extremos es mayor. Pero, esto no quiere decir que sean fáciles de ocurrir. Dependen de una serie de factores, tanto atmosféricos como de las condiciones del fuego», recalca el experto.
«Como consecuencia de este tipo de comportamiento extremo e impredecible, se producen cambios importantes en la gestión del propio incendio y de la emergencia civil, si es que la hubiere. Se puede ver comprometida tanto la seguridad del personal que trabaja en la extinción como la posible amenaza a infraestructuras y lo más importante, la vida de la población civil», destaca Madrigal.
Causas de la tormenta de fuego
Las causas de las tormentas de fuego son, principalmente, los incendios forestales de mayor magnitud. En casos excepcionales, se pueden llegar a producir en los incendios urbanos. En ellos se libera una gran cantidad de energía a causa del fuego.
Según los expertos, las tormentas de fuego van a ser cada vez más frecuentes. El abandono del medio rural en los países desarrollados, el cambio climático, la mayor virulencia de olas de calor y la mayor intensidad de las sequías son los factores principales.
Y por tanto, también lo serán las tormentas de fuego que se produzcan en esos siniestros en lo que se producen vientos erráticos, velocidades e intensidades de llama muy altas, sin capacidad alguna de predicción.
«No hay un lugar o lugares del planeta que tengan mayor recurrencia para el desarrollo de este tipo de situaciones. Aún así, sí que es cierto que hay lugares del planeta con mayor frecuencia en grandes incendios forestales que pueden generar estas situaciones de riesgo extremo. Y es que los grandes incendios generan gran cantidad de energía», destaca Madrigal.
Según un reciente estudio publicado en la revista Nature, la actividad de los incendios ha cambiado significativamente en Europa en los últimos 40 años. Desde 1980, las condiciones climáticas son mucho más propensas, lo que va a generar incendios sin precedentes.
«Es probable que el cambio climático produzca un cambio generalizado en los regímenes de incendios, la duración de las temporadas de incendios y un aumento de los riesgos consiguientes en gran parte del mundo durante el siglo XXI», apuntan los expertos.
Una situación que está derivando «en un panorama complejo debido a la interacción entre el cambio climático y las prácticas humanas cuyas consecuencias son incendios forestales más grandes y devastadores».
¿Qué riesgos tiene?
Cuando en un incendio se produce una tormenta de fuego, los riesgos y el peligro son mucho más numerosos y mucho más graves. Los cambios en los módulos de viento hacen que la propagación de las llamas sea impredecible. Prácticamente, en cualquier dirección.
Estas alteraciones hacen que los incendios sean mucho más graves, intensos y virulentos. Poniendo así en un grave riesgo tanto a los dispositivos que trabajan en su extinción, como a los bosques y a las edificaciones del entorno. Sin olvidar a la propia población local.