Las medusas gigantes invaden las aguas del Océano Ártico

Con el paso de los años, las medusas han extendido sus habitas hacia el Polo Norte, impactando otras especies de la región

Mario Picazo

Mario Picazo

El Ártico es la región del planeta cuyo entorno está experimentando una mayor transformación. Se calienta mucho más rápido que otras zonas de la Tierra, algunas zonas hasta 4 veces más rápido, y ese calentamiento está afectando a la fauna y la flora en muchos rincones.

El calentamiento de las aguas oceánicas parece imparable, y cada vez son más extensas y duraderas las olas de calor marinas que afectan a muchas regiones incluida la del Ártico. En este rincón del planeta y a pesar de estar cerca del polo norte, también se está calentando el agua más de lo normal. 

Es un escenario que se transforma a mayor velocidad que muchos otros del planeta.  Se funden enormes cantidades de hielo y muchas especies de medusas y otros zooplánctones están desplazando sus hábitats hacia el Polo Norte en busca de condiciones más similares a las que ellos en su día disfrutaron. 

medusas Océano Ártico
En el ártico suben las temperatuas del aire y el agua favoreciendo la invasión de grandes medusas. Foto: Unsplash

Las medusas están invadiendo las aguas del Ártico

El problema, es que a medida que lo hacen, amenazan a otras especies y en general a otros ecosistemas favoreciendo la llamada “gelificación”. Es algo que ya lleva años integrándose en el entorno de la región pero que cada año aumenta exponencialmente. 

El impacto que pueda tener este constante aumento de la especie es difícil de predecir y cuantificar. Sin embargo, científicos alemanes han usado los datos de 8 de las especies más comunes de medusas y de otras similares. De las más pequeñas hasta las gigantes, que cuentan con tentáculos de hasta 30 metros. 

Luego usando modelos numéricos, han calculado como responderían las especies consideradas al calentamiento de las aguas del Ártico sumado a la correspondiente fusión de hielo durante la segunda mitad de este siglo. 

El escenario de emisiones de gases de efecto invernadero con el que se han ejecutado los modelos era uno medio a alto. También se han considerado cambios verticales del agua en el océano, factor que afecta a las medusas que viven en aguas más profundas.

Resultados sorprendentes sobre el comportamiento de las medusas

La conclusión principal del estudio es que las especies examinadas tenderían a aumentar sus hábitats desplazándose hacia el Polo Norte. La razón principal de ese cambio parece que estaría relacionado con la reducción de hielo marino

De todas las especies estudiadas destaca el comportamiento de la medusa Melena de León. Esta sería la que se desplazaría más dado que tiene la capacidad de competir directamente con los peces debido a su tamaño. En el caso de esta especie el área de expansión llega a triplicarse respecto a su hábitat actual. 

Lo cierto es que todas las especies salvo una experimentaron esa considerable expansión. La única que mantiene unas condiciones similares es la conocida como Sminthea Árctica.  La explicación parece estar vinculada a la profundidad de su entorno natural respecto a las otras especies. 

Medusas a la deriva con muchas otras que forman parte de una gran explosión que se está detectando en latitudes altas. Foto: Unsplash

La migración ya está en marcha

Según los expertos está migración hacia los polos de la mayoría de las especies de medusas estudiadas ya ha comenzado. Prueba de ello, la presencia de una mayor concentración de medusas en el archipiélago de las islas Svalbard en Noruega. 

En ese rincón del Ártico, donde el agua está fría, pero bastante más caliente que hace unos años, las medusas campan a sus anchas por los fiordos. Tanto han proliferado que ya superan al Bacalao, consiguiendo alterar la actividad pesquera de la región

Christopher Lynam, del Centro de Ciencias del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido, dice que los impactos de tal expansión también dependerán de cómo respondan otros organismos. 

Si entre ellos hay una competencia feroz, el impacto podría ser negativo para algunas especies. Más competencia por alimentos, por ejemplo, podría ser especialmente perjudicial para determinadas especies. La mielga o los carroñeros de las profundidades del mar, los recién llegados, podrían incluso proporcionar una fuente gelatinosa de alimento.