Las consecuencias del humo de los incendios en Canadá

En los últimos meses, Canadá está sufriendo una ola de incendios forestales de unas dimensiones (y consecuencias) históricas. Fenómenos extremos que están arrasando millones de hectáreas de masa forestal y que están causando importantes problemas a la población, con miles de evacuados y perjudicados. 

Debido a sus dimensiones, las condiciones meteorológicas de la zona han propiciado que el humo de estos incendios se haya expandido por la atmósfera y haya afectado a zonas mucho más allá del país norteamericano. Por ejmplo, la zona norte de la costa este de EE.UU. ha sufrido los efectos del humo de estos fuegos. Prueba de ello son las imágenes de Nueva York teñida de naranja y con el ambiente «enturbiado».

Pero, el humo de estos incendios no se ha quedado sólo en la zona de América. A final del mes de junio llegó a Europa. De hecho, entraron por la Península Ibérica y en España se vieron los restos de las columnas de humo, que dejaron una extraña sensación de calima en muchos puntos del noroeste del país y un extraño olor a quemado. 

¿Cómo afecta el humo de los incendios a la contaminación del aire?

El humo de los incendios forestales puede ser una fuente importante de contaminación que afecta a la la calidad del aire. Cada vez que se produce un incendio, se emiten a través del humo sustancias nocivas como gases, partículas y vapor de agua que contiene contaminantes. Las peores son:

• Dióxido de azufre
• Dioxido de nitrogeno
• Monóxido de carbono
• Compuestos orgánicos volátiles
• Partículas finas 
• Ozono

Estas sustancias pueden afectar de una manera muy importante a la salud de las personas (en función del nivel y de la intensidad su exposición). Especialmente, las partículas más finas. Estas pueden llegar a penetrar profundamente en los pulmones y torrente sanguíneo. 

«El humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas microscópicas que se desprenden de la vegetación en llamas.  La quema de biomasa producida por estufas ineficientes, incendios, quemas agrícolas representan en países de bajos ingresos hasta el 85% de la contaminación por partículas en el aire y casi toda la contaminación por óxidos de azufre y nitrógeno. De este modo, sus principales componentes son gases inorgánicos, hidrocarburos, metales y partículas, siendo las más peligrosas las partículas finas, el monóxido de carbono (CO), el ozono (O₃), los gases traza y los compuestos orgánicos volátiles», detalla el doctor José Tomás Gómez Coordinador del Grupo de Trabajo de Respiratorio de SEMERGEN.

¿Cómo afecta el humo de los incendios?

Según las autoridades canadienses, en este episodio complejo de incendios forestales, «estas partículas finas del humo de los incendios forestales representan el principal riesgo para la salud».

Puede provocar problemas de salud leves como dolores de cabeza, tos, incremento de la salivación y flema, picor de ojos, irritación de la nariz, la garganta y los senos paranasales. Los más graves pueden ser mareo, dolores en el pecho, tos severa, dificultad para respirar, ataques de asma, latido irregular del corazón, infarto de miocardio o, en los casos fatales, muerte prematura.

Todos ellos, salvo el fallecimiento, presentan unos síntomas que requieren de atención médica y profesional de manera urgente. 

Igualmente, el humo de los incendios forestales también puede dañar el sistema circulatorio. Una reciente investigación concluye que la exposición al humo de los incendios forestales puede incrementar el riesgo de paro cardíaco. 

«La exposición al humo de los incendios forestales se asoció con un mayor riesgo de paro cardíaco fuera del hospital. Y el efecto pareció ser mayor para los casos de paro cardíaco fuera del hospital en comunidades socioeconómicas más bajas», detallan los autores de este trabajo. 

En cuanto a la población, los ancianos y niños pueden padecer los síntomas con mayor intensidad. Y en pacientes susceptibles y con antecedentes de patología cardiaca puede ocasionar dolor torácico, palpitaciones y sensación de falta de aire. «A nivel mundial se estima que la mortalidad anual prematura atribuible al humo de los incendios forestales se sitúa en 339.000 muertes, siendo la de la contaminación atmosférica que incluye la anterior de hasta 4.300.000 muertes, sobre todo en países en desarrollo», apunta Gómez.

Consecuencias ambientales del humo

El humo de los incendios forestales puede tener importantes consecuencias e implicaciones para el medio ambiente. Aunque el humo puede aminorar la temperatura al tapar los rayos del sol, también impide que la superficie terrestre se refrigere de forma correcta al caer la noche, lo que altera las condiciones normales ambientales.

Así mismo, el humo y la suspensión de sus partículas en el aire puede llegar a dificultar el crecimiento de algunas plantas. Sin olvidar que contamina otros entornos naturales y favorece el agravamiento de otros problemas ambientales.

Un reciente estudio publicado en la revista Nature detalla que el humo de los incendios forestales que arrasan millones de hectáreas puede provocar perturbaciones notables en las distintas capas de la atmósfera. Tal es la magnitud que pueden afectar incluso a componentes básicos y naturales de la atmósfera, como el cloro o el ozono. 

Los productos químicos que se liberan a través del humo de los incendios forestales pueden producir «un agotamiento del 3% al 5% de la columna total de ozono en latitudes medias del sur», detallan los expertos.

Es más, si los incendios forestales incrementan su gravedad, intensidad y duración siendo más frecuentes «retrasar la recuperación del ozono en un mundo cada vez más caliente y afectado por el cambio climático», advierten los expertos.