La verdadera situación de los dos astronautas «varados» en el espacio

La realidad es que los dos astronautas no están, ni mucho menos, atrapados en la Estación Espacial Internacional.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Desde hace ya varios días, algunos medios han comenzado a hablar de dos astronautas «atrapados» en la Estación Espacial Internacional. Se trata de Sunita Williams y Barry Wilmore, que viajaron a bordo de la cápsula Starliner de Boeing.

Los astronautas no están «varados» en la Estación Espacial Internacional

En primer lugar, es importante aclarar que los dos astronautas no están, ni mucho menos, atrapados en la Estación Espacial Internacional. Sin ir más lejos, la semana pasada, ambos astronautas se refugiaron en la cápsula debido a la ruptura de un satélite ruso.

La basura espacial generada en esa ruptura podía colisionar con la Estación Espacial Internacional. Por lo que, llegado el caso, si fuese preciso, la tripulación hubiera tenido que regresar a la Tierra en sus respectivas cápsulas.

Si Starliner no fuese una cápsula segura, naturalmente, los astronautas no se hubieran refugiado en ella. Sin embargo, es obvio que algo sucede, ya que la misión, originalmente, estaba previsto que fuese a durar sólo una semana.

¿Qué ha sucedido? Ya antes de su lanzamiento, se detectó que la cápsula Boeing Starliner sufría una pérdida de helio. Este gas se utiliza para presurizar el sistema de propulsión de la cápsula. Desde NASA se determinó que no era un problema.

En esencia, la fuga de helio no era lo suficientemente severa como para que se agotase durante el curso de la misión. El lanzamiento de la cápsula, el 5 de junio, se desarrolló sin problema alguno, pero hubo un sobresalto después.

Al llegar a la Estación Espacial Internacional, cinco de los 28 propulsores se apagaron de manera inesperada. La nave tuvo que mantenerse cerca de la estación, pero sin poder acoplarse, mientras se diagnosticaba la situación.

astronautas
Los integrantes de la misión tripulada de prueba de Boeing Starliner: Sunita Williams y Barry Wilmore.
Crédito: Kim Shifflet/NASA

Una llegada complicada

Después de lograr reactivar cuatro de los cinco propulsores apagados, se realizó la maniobra de acoplado (con una hora de retraso). Sin embargo, la NASA explicó posteriormente que se habían detectado otras cuatro fugas de helio.

Por ello, ahora la agencia espacial necesita más tiempo para analizar la situación. Los ingenieros sospechan que hay sellos defectuosos, responsables de esas fugas. En principio, el riesgo que suponen para el transcurso de la misión es mínimo.

Sin embargo, el problema en el comportamiento de los propulsores no ha sido tan fácil de diagnosticar. Por lo que, desde esta semana, van a realizar pruebas en un propulsor de Starliner, que tienen en una de sus instalaciones en el estado de Nuevo México.

Ese propulsor será sometido a simulaciones de lanzamiento, acoplamiento y encendido de aterrizaje, para ver si se puede replicar el problema. Así, también, se podrá confirmar que se pueden utilizar de manera segura para traer a Williams y Wilmore de vuelta a la Tierra.

Una vez haya terminado ese período de prueba, llegará el momento de planificar el viaje de vuelta. Se espera que todo el proceso dure varias semanas. Boeing ha sido muy claro en sus declaraciones, pidiendo que no se hable de astronautas varados.

Técnicamente, lo cierto es que no lo están. Starliner puede permanecer hasta 210 días en el espacio. El vuelo de prueba (que es el que se está realizando ahora) se esperaba que durase como máximo 45 días, por la vida de las baterías.

Una situación poco agradable para Boeing

Pero la propia Estación Espacial Internacional está recargando esas baterías, así que no hay ningún inconveniente. Si la situación llegase a un extremo insostenible, además, NASA podría recurrir a una cápsula Crew Dragon de SpaceX o incluso a una Soyuz rusa.

Sin embargo, no hay motivos para pensar que sea necesario llegar a este extremo. De hecho, hay una explicación mucho más razonable para el retraso del regreso de Starliner a la Tierra, y es la ubicación de esos problemas.

Tanto el sistema de helio como los propulsores están en el módulo de servicio. Esta sección de la nave se desecha al regresar a la Tierra y se destruye en la atmósfera. Por lo que, cuanto más tiempo se pueda mantener intacta, mejor.

Al permanecer en la estación, los ingenieros pueden seguir recogiendo datos del módulo antes de su inevitable destrucción. En cualquier caso, esta situación es otro varapalo para la compañía Boeing, que se ha visto sumida en múltiples incidentes en los últimos tiempos.

Su división comercial aérea está pasando por un momento complicado. Sus aviones 737 Max han experimentado diferentes incidentes (como la pérdida de una puerta en pleno vuelo). Las mejores noticias que podían esperar era que Starliner hubiese volado sin complicaciones.

En cualquier caso, es importante tener presente, por tanto, que no hay ningún peligro para los dos integrantes de la misión. Sunita Williams y Barry Wilmore están en la Estación Espacial Internacional, trabajando como parte de la tripulación. Permanecerán allí tanto como sea necesario y, presumiblemente, regresarán en la misma cápsula en la que viajaron.